20 de marzo de 2012

Mi paraíso...

Fuiste mi oasis en el desierto...
Y pasaste a convertirte en todo lo que eres ahora: mi paraíso.
Eres mi luz del día a día, que a pesar de estar siempre conmigo, la añoro cuando no puedo notarla, cuando no puedo acariciar su brillo.
Ahora, en mis más sinceros sueños, dormida o despierta, te apareces. Y es curioso, sí, y hermoso, el que no solo te aparezcas sino que siempre te acompañe tu sonrisa.
Sí, tu sonrisa. La sonrisa "de enamoraíco", sí, esa.
Que nunca se borra de tu cara al imaginarte.
Y así, consiguiendo esa sonrisa como el mejor regalo que jamás podría haber esperado, consigo mi felicidad.
Consigo, con un soplo de viento, con una caricia, con una palabra, y con todo lo que ello significa, ser feliz...
Y lo más importante... Siento que te hago feliz.
Siento que en todo mi amor por ti, en el "nosotros", ambos podemos comernos el mundo. Y que no haya más desierto, ¡maldita sea! Que sea todo nuestro paraíso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario