30 de julio de 2011

Aparte

Antes de empezar otro maravilloso viaje a Benicassim, y puesto que me voy con mi amor allí, voy a publicar una especia de poema que perfeccioné en los cursillos de composición y en el curso de Ibi.
Se trata de un cúmulo de ideas y frases que oí y capté donde se refleja mi manera de pensar.
Que el Amor es para entregarlo todo, y actualmente se le llama así al primer lío de cambio en el que más que entregar, se espera todo...
Aquí lo dejo.

EL ESTÁNDAR
Voy perdiendo flexibilidad,
ahí donde lo ves,
tanta información, tanto anuncio, que voy anunciando mis temores:
Me venden política, comida, belleza, drogas,
y no todo sería tan catastrófico
si no ofrecieran amor,
lo desprestigiaran y lo desmitificaran
como un lío de una noche,
un simple "te quiero" o "te echaré de menos"
por un profundo "te amo" de entrega total.
Que nos enseñan que en el mercado
la moda se impone y nos empuja
y el amor va por colecciones
mientras se pasa de fecha el corazón.
Desprestigio del primer y último chupito de la vida
nadie siente ya.
Una nueva era está a punto de dar a luz:
la del autómata insensible
impulsivo comprador.
Consumidor de respiros de vida
que no se ahoga por la superficialidad,
que le conduce a su muerte.
Obsesivo maquinador
de ofertas vacías,
amante del sinsentido.
Adora lo muerto y lo que no huele a muerto,
lo imperceptiblemente difunto que reside dentro de uno mismo.
Envuelve cadáveres mientras
rehuye de la belleza de la vida
no soporta mirarse al espejo sin romperlo.
Quema todo y arde con ello,
pero como no siente,
es inmune al dolor
y al resquemor de perderse entre ninguna parte.

La nostalgia

Si es ella la única que me hace rememorar todo lo que he vivido de este cursillo de música en Ibi, estoy dispuesta a sufrirla. Nunca lo querré olvidar.
Aquel escenario seco, en penumbra, en el que se sucedían las clases y las audiciones, en donde hacíamos un corro al piano y escuchábamos cómo, uno por uno, tocaba, fallaba y era corregido.
Aquel colegio cutre donde los pianos sonaban a clavicordios desafinados y todos nos apiñábamos por tocar.
Aquellas habitaciones donde sólo se dormía a partir de las 5 de la madrugada (con suerte).
Aquellas camas por las que nos escurríamos y donde hacíamos ruidos raros, por decirlo así.
Aquellas noches de reflexiones bajo los pinos y las estrellas buscando patitos tras la valla, y aquellas de salidas nocturnas y risas en los bares.
La emoción compartida y los nervios en las audiciones, el arrepentimiento y el aprendizaje, el compartir la música y la poca experiencia de cada uno.
Todo ello hicieron una mezcla mágica, que espero volver a repetir.

Y aquí se quedan los recuerdos, una vez más.

4 de julio de 2011

La lucha


No es una emoción, es un tipo de perseverancia. Es el motor del mundo
Si no luchas, mueres. Te derrotan, te aplastan, te reducen.
Es importante luchar. Es importante ser fuerte. Y todo esto ha sido, además, fuente de confusión y de caos a lo largo de la historia.
Porque la masa no comprende que la lucha más importante, la que te dicta que seas fácilmente reducible y aplastado, la primaria, es contra uno mismo.
El "afán de superación", como le intenta enseñar la docencia al alumnado. Superarse a sí mismo no es más que aplastar a tu antiguo yo. Conseguir lo que echabas en falta ayer, llegar más allá del convencionalismo. Tu mayor enemigo eres tú mismo.
Y vencer al conformismo es el único instrumento para conseguir ganar la lucha.
"Nunca dejes de luchar por lo que quieres, porque terminarás conformándote con lo que tengas."