11 de agosto de 2011

La calma


Es la sombra que siempre se asoma
en la infinitud del mar.
Es el silbido de la desolación que las olas acompañan.
Es resumir todo en un sonido que recuerda al silencio, sin serlo ni mucho menos.
Es el recordatorio de que hay mucho más,
con noches y auroras.
Hacerte ver, por los ojos del gato en la noche, por los del insecto espectante, por los ojos del propio ciego,
que somos los que no vemos nada.
Es encerrarlo todo sin posibilidad de escapar,
es reprimir el grito de guerra
para mostrarnos el silencio del sonido de la marea.

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