Antes del comienzo, antes de la vida y la discordia, de la tierra y del mar. Antes de la primera caricia, del primer asesinato, antes de nacer la sonrisa y de morir la calma… Antes, incluso, de todo lo que nos percatamos, existió el detonador que nos hizo percatarnos de ello.
El grillo no calló por hacernos ver cómo la noche caía sobre nosotros.
y el misterio de la oscuridad.
sabe que todos estamos locos desde nuestro principio
Sabe que los locos siempre estamos chiflados,
Sabe que nuestro corazón se marchita tras florecer
El grillo, así, es serenidad, es calma,
y nos la presenta a la vez.
los grillos siempre están allí y nosotros a ratos:
de la noche, la inspiración
y del humano, la demencia...
Por Dalí, que siempre me hizo pensar en los locos. Y en locuras.
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