22 de noviembre de 2011

Vegetales matinales

Leer, entender, subrayar, esquematizar, estudiar.
Vuelta a empezar. Ahora, con el siguiente tema.
Leer, entender, subrayar... esquematizar... y estudiar.
¿Mañana, examen? ¡Qué dices! No...

En efecto, no tiene sentido. Es una cárcel matinal deshumanizadora y grotesca. Es el tener que levantarse cuando aún no brilla el sol, el ducharse si quieres mantenerte más o menos despejada las primeras horas, el vestirse sin mirar apenas el armario y desayunar viendo a tu perro dormir plácidamente.
No le encuentro sentido a este tipo de educación, si se le llama así. Se retracta en sus bellas finalidades teóricas de crear unas nuevas generaciones mucho más inteligentes y cultivadas. Sí, es verdad, nos quieren cultivar... En un huerto, todos iguales, para que de allí no nos movamos. Y yo soy una maldita verdura más.
Prohibida la opinión personal y todo modo de expresión en el que puedas discernir de la mayoría. Dedícate a leer lo que te impongo, a entenderlo, subrayarlo, esquematizarlo y, sobre todo, a estudiarlo por las tardes, Carolina.
Y ten cuidado, tampoco debes reírte mucho por los pasillos o parecer exaltada en clase. Eso son sentimientos, Carolina, y en este centro no se imparte clase de sentimientos.

Hablando sinceramente, jamás hubiera hecho caso de este tipo de recomendaciones. Jamás, en mi vida, hubiera dejado que me arrebatasen mi personalidad, mi libretita y la literatura que me traigo siempre que me da la gana. Y si verdaderamente pudieran imponerme, no iría.
Ahora, entonces, ¿por qué este tipo de rabia, Carolina? ¿Acaso te importa lo que opinen los demás sobre tu acusada personalidad?
No.
Es que me importan los demás. Es el pararme a observar a la gente que me rodea cada mañana, y sentir que podrían expresarse como cada uno de ellos se sintiese verdaderamente, con su identidad. Y sin embargo, casi todos optan por adoptar la identidad estándar del alumno medio.
Y si yo expreso mi opinión personal, el alumno medio estándar debe extrañarse o hacer oídos sordos.
Chicos, miradme raro, adelante, no me importa que me miréis. De hecho, aquí estoy para que lo hagáis. Pero aportad vosotros también vuestras imperfecciones, y no penséis que por identificaros plenamente como vosotros mismos vais a ser algo así como raros.
Ya me veis aquí, tan humana y tan común.
Si me veis rara es que vosotros lo sois conmigo. No os avergoncéis.
Y si me veis loca, habrá que sacar la bella y tranquilizadora conclusión de que tanto yo, como tú y como el resto; todos, estamos igualmente locos.
En definitiva, no dejéis que esta "enseñanza" reprima vuestra locura.

2 comentarios:

  1. ¡¡Muy, muy bien dicho!!
    Que no puedan contigo, lucha siempre contra la terrible homogeneización a la que te arrastra el género homo normalis!!
    Cuantos más locos hayamos, más bello será el mundo.
    Y, sobretodo, sé feliz con lo que eres, porque eres mucho, muchísimo, todos lo somos, sigue demostrándolo, irradiando ese nosequé que sólo tú tienes, y serás todavía más.
    El no ocultarse es el mejor don que se puede tener.
    Sé tú y sé feliz.

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  2. Coincido plenamente contigo
    Viva la personalidad! Y viva la felicidad a la que sólo tu identidad te puede conducir.
    Muéstrate tan loca como verdaderamente eres y no hagas caso de esa gente que te arrastre hacia su forma de vida, beber y perrear... Nah!!!!!
    :)

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