20 de noviembre de 2011

Marea...

Latidos del corazón... Emoción palpitante, el suspense se respira en el aire. Hay gente que grita a lo lejos; no pueden reprimirse, no importa reprimirse.
Me apoyo en la barandilla lo máximo posible. Si me caigo quizá saldría volando. Estoy mojada de arriba abajo, despeinada, sulfurada y aún con lágrimas en los ojos, pero ya nada importa.
Es increíble por el simple hecho de ver a Kutxi Romero salir al escenario. La gente aclama, aúlla y grita. Bienvenido...
Estoy llena de energía, comienzo a cantar a viva voz cada uno de sus versos, dejándome la piel, adorando este estado vitalizante que me completa.

¡Duerme conmigo...! Ha empezado la intro de la guitarra y no reprimo un grito desgarrador. Me invade una fuerza desgarradora y el frenesí de la situación me hace arder.

Quiero rugir, y rujo... ¡Quiero desgarrar!

Corazón de mimbre... La introduce con unos versos maravillosos y comienzan los acordes... Un escalofrío me invade todo el cuerpo y me invade la melancolía y la suma belleza del momento. Las lágrimas asoman a mis ojos, es hermoso, pero le echo tantísimo de menos... Ciudad de los gitanos, Petenera...

Fue intenso y sorprendentemente efímero.
Pasó demasiado rápido y fue demasiado energizante.

Pero todo el concierto fue inmenso y salvaje, y me sentí desahogada...
Y además me dijeron hasta siempre... con perro verde.


No hay comentarios:

Publicar un comentario